La sequía llega al Sobrarbe

Las comarcas oscenses situadas en las zonas de montaña serán las más afectadas por la sequía al carecer una gran parte de sus núcleos de población de las infraestructuras necesarias para abastecerse alternativo al suministro actual, que procede de fuentes y manantiales.El presidente de la Diputación de Huesca, Antonio Cosculluela, admitió ayer que los problemas de suministro de agua afectan de forma especial a las zonas de montaña, especialmente en la Ribagorza y Sobrarbe, donde se abastecen desde hace días con camiones cuba.

Las dificultades de abastecimiento por la sequía fueron tratadas en una reunión convocada con carácter de urgencia por el presidente de la Diputación de Huesca, Antonio Cosculluela, para analizar con responsables políticos de las diez comarcas altoaragonesas la situación actual y estudiar un protocolo de colaboración en caso de necesidad. Durante el encuentro, los responsables comarcales pusieron de manifiesto que desde principio de este año algunos de los núcleos rurales que se abastecen de fuentes y manantiales han sufrido en momentos puntuales "dificultades" en el suministro a causa de la falta de agua.
El presidente de la Diputación de Huesca admitió tras la reunión que los problemas de suministro afectan de forma especial a las comarcas de zonas de montaña, especialmente a las de Ribagorza y Sobrarbe, donde varios de sus núcleos se abastecen desde hace días con camiones cuba.
Cosculluela destacó durante su intervención que aunque la sequía afecta a la totalidad del territorio de la provincia, la situación reviste menor gravedad para los municipios de la zona sur, ya que las grandes obras de regulación pueden garantizar el abastecimiento de agua de boca. Subrayó "la paradoja que supone el que, precisamente, estas dos zonas pirenaicas (Sobrarbe y Ribagorza) que soportan el mayor número de regulaciones en sus ríos no tengan solventado el consumo de boca y sufran con mayor intensidad los efectos de un año seco como éste".
El presidente, que se refirió a la necesidad de poner en marcha una campaña de sensibilización respecto al consumo de agua, destacó que durante el encuentro se analizaron las necesidades de las distintas poblaciones a corto plazo, así como la disponibilidad de medios públicos y privados con los que asegurar el suministro de agua de boca. Comentó que hasta la fecha actual, los municipios con mayores dificultades han hecho frente a la situación con medios propios o a través del dispositivo especial de apoyo a pequeños núcleos con camiones cuba, cuyo número prevé aumentar la Diputación de Huesca ante un posible agravamiento de la sequía.
El presidente de la comarca del Alto Gállego, Mariano Fañanás, se refirió a los problemas que generarán a algunos municipios de la montaña, a partir del próximo mes de julio, el agotamiento de manantiales y barrancos.
El presidente de la comarca de la Hoya de Huesca, José Antonio Sarasa, expresó, asimismo, su preocupación ante los problemas de suministro derivados del posible agotamiento de los manantiales de los que se abastece su territorio, y planteó la necesidad de búsqueda de sistemas alternativos de abastecimiento. Sarasa explicó que la disminución de los caudales de los manantiales ha afectado a la calidad del agua y destacó que no se descarta la posibilidad de recomendar a la población de dichos núcleos su utilización exclusiva para servicios si continúa el proceso de disminución de calidad. Por otra parte, el embalse de Vadiello, del que se abastece la ciudad de Huesca, ha experimentado en los últimos días un descenso en su capacidad de almacenamiento hasta situarse en un 13,89 por ciento, cantidad suficiente, según fuentes municipales, para garantizar el abasteciminto de la capital oscense durante un periodo de tres meses. Por otra parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, y el alcalde de Campo, José Eusebio Echart, suscribieron hoy en Zaragoza el acta de recepción de las obras de mejora de abastecimiento, saneamiento y depuración de aguas de esta localidad del Pirineo altoaragonés. Las obras, enmarcadas en un convenio de actuaciones medioambientales para la restitución del Valle del Esera, fueron promovidas por la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Ebro (ACESA) con un presupuesto de 2,4 millones de euros.