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domingo, febrero 27, 2005

ACCESO A L'AINSA, LA HISTORIA DE NUNCA ACABAR.

REFLEXIONEMOS CON ESTAS FRASES...

Ya hay trincheras en Aínsa, o lo parecen.
Me comparé un todo terreno como el del alcalde.
Tengo que cambiar la suspensión de mi coche.
Que viene uno y no me puedo arrimar a la derecha que hay un agujero.

De este tiempo a esta parte la carretera de acceso al casco antiguo de Aínsa está mostrando un estado lamentable, y es que tanto socavón ya parece esto el barrio del Carmel.
No entiendo que unas obras que en teoría sólo eran para entubar hayan causado los destrozos, baches, hoyos, agujeros, etc que hay en la subida a la villa y que todavía estén patentes.
Las obras parece que finalizaron hace tiempo, dado que no vemos a los obreros trabajando, pero no debe ser así, porque de vez en cuando vemos que han abierto una zanja o pasando unos tubos. El cuento de nunca acabar y otra vez la misma historia.
Pero el problema viene de tiempo atrás, una carretera que no dependía del ayuntamiento y que esté quiso que si fuera de su responsabilidad…
No se entiende, debe ser para mostrar como se puede dejar en abandono una propiedad. La idea de tener algo en propiedad es para mejorarlo, mimarlo, cuidarlo.
Pero… ¿por qué cogimos la patata caliente? ¿Para poder realizar unas obras de agua?
Me sorprende, sobre todo si pensamos que la mayoría de pueblos que tienen carreteras cuyo mantenimiento depende de ellos mismos intentan que esas carreteras pasen a depender de terceros, ya sea obras públicas, diputación de Huesca, etc. No olvidemos que la conservación de una carretera requiere múltiples cuidados y un gran desembolso económico.
¿Y para cuando un acceso de calidad sin problemas? Sufrimos antes de las citadas obras, esperando que se asfaltara, y lo conseguimos, pero poco duró la alegría en la casa del pobre y las obras comenzaron de nuevo.
Una carretera muy transitada, no sólo por vecinos, sino también por turistas. Todo esto conlleva que transmitamos una imagen que creo que no conviene, dado el carácter de nuestro pueblo, evidentemente turístico. Pero no sólo por eso, es que los que accedemos a la plaza y las calles estamos hartos de tener así esta carretera.